Esa punzada en el estómago que aparece cuando piensas en una situación que no puedes afrontar, en algo que tienes que hacer pero que te hace sentir mal, o peor aún, no te deja dormir por la noche. "Tengo que hacer esa llamada telefónica", "Tengo que pagar esa multa", "Tengo que preparar un examen en la escuela", "Estoy esperando los resultados del examen clínico"...
...Pensándolo bien, sea lo que sea, lo que nos causa ansiedad está siempre en el futuro. Nos proyectamos hacia las posibles consecuencias (obviamente negativas) que conllevan estas situaciones, y nos quedamos atrapados en este bucle, sin ni siquiera pensar en todas las posibilidades que tenemos de interactuar con esa situación que tememos.
Cuando nos asalta la ansiedad, traemos estas situaciones futuras al presente y nos proyectamos en el futuro, creando los escenarios más terribles.
De hecho, cuando me angustio por algo, intento quedarme en el presente. Los pensamientos se convierten en cosas, y sé que mis pensamientos negativos sobre "cómo podría ir" hacen que lo peor se haga realidad.
Los Indios suelen decir: "No hay nada que te ocurra que no estés preparado para afrontar".
Nada de lo que me pasa es más grande que mí, y si me pasa es porque es lo que necesito para evolucionar.
Sé que una cosa es decirlo y otra la realidad, pero si todo fuera fácil, no tendría sentido estar aquí en este planeta, ¿verdad? Así que venga, dejemos de compadecernos de nosotros mismos y, mientras tanto, empecemos a darle a esta situación los límites adecuados.
Si se puede resolver, bien, si no se puede resolver, vayamos a por ello y entreguémonos a ello. Quizá las consecuencias no sean ni siquiera las terribles que hemos creado en nuestra cabeza.
Ciertamente, si permanecemos en un estado de ansiedad, ni siquiera podemos ser objetivos sobre las dimensiones reales de lo que tememos.
Digo una perogrullada: la ansiedad es eso que tenemos cuando no estamos serenos. De hecho, la ansiedad y la serenidad no pueden coexistir, ¿verdad? Entonces, ¿qué podemos hacer para eliminar la ansiedad y entrar en un estado de serenidad?
Desde la serenidad puedo preparar el terreno para pensar en una solución, para hacer esa cosa, esa acción que eliminaría el problema.
1. Respirar
Lo primero que hago para entrar en un estado de serenidad es respirar, y profundamente. El sonido ayuda con esto.
Si quiero ir mas adentro uso meditaciones guiadas, hay algunas muy buenas por ahí. Me siento en una posición cómoda con las piernas cruzadas, tratando de mantener la columna vertebral recta, cierro los ojos, respiro y sigo la voz que escucho.
Dejo aquí algunos enlaces a música y meditaciones guiadas que pueden ayudarte.
Música para la relajación profunda
Meditación guiada con voz
Últimamente, me encanta la Tamboura, un antiguo instrumento indio. Puedes encontrar unas grabaciones aquí:
2. ¡Muévete!
Otra cosa que ayuda mucho es cambiar el estado de nuestra fisiología. Si estamos ansios@s también tendemos a cerrarnos físicamente, así que es muy sencillo: ¡saltar, gritar, desahogarse!
Si tu cuerpo está levantado, tu interior también empieza a sentirse positivo. Entonces nada más fácil que saltar o, mejor aún, ¡bailar! La música me cambia la fisiología en 0,2. Si buscas algo nuevo para bailar, aquí tienes un par de sugerencias:
Espero que esta música te ayude 🙂
Puedes bailarla en casa, o puedes hacerlo conmigo en mi próxima Ecstatic Dance. Llama ahora o envíame un mensaje de WhatsApp al +34 617 50 20 73 para reservar una plaza en la próxima sesión. Las plazas son limitadas.
Diviértete y… ¡Baila como si nadie te viera!
apúntate a nuestra newsletter: